A diferencia de otras pruebas similares, THE WOLF RACE W300 arranco al anochecer a las 22:00 H, desde el Parque del Este-Salburua de Vitoria lo que nos ha permitido de navegar de noche y poder ver amanecer.
En torno al 90% del trazado de THE WOLF RACE W300 ha transcurrido entre pistas y caminos de grava, el resto eran pequeñas carreteras secundarias que nos han servido de enlace entre los diferentes sectores.
Hemos cruzado diversos espacios naturales de gran valor ecológico, como el entorno del embalse de Ullíbarri-Gamboa y la sierra de Opacua-Aundia. Nos adentramos en tierra Estella y sintiéndonos como «peregrinos» en la noche hemos retornado por el Camino de Santiago hacia Vitoria previo paso por la sierra de Toloño y el Parque Natural de Izki-Montaña Alavesa.
Esta prueba la he realizado junto mi amigo y compañero Alex ( @dralexubeda ) al igual que yo gran deportista de ultrafondo amante de este tipo de pruebas.
Poco antes de las 20 horas del viernes acabamos de cenar, después de cenar nos da tiempo a descansar un poco en el coche antes de vestirnos de ciclista y preparar todo para la aventura.
Hacía las 21:30 h nos dirigimos a la salida con tiempo para tomar un café, cargar el track en el gps colocarnos en la salida y a disfrutar todo lo posible de la fría noche que tenemos por delante.
Los primeros kilómetros nada más dar la salida son neutralizados por las calles de Vitoria donde hay un gran ambiente y mucho publico animando.
Cuando se da la salida lanzada el ritmo lógicamente incrementa y se empiezan a hacer grupos. Alex y yo viajamos en el grupo de cabeza que va a un ritmo bastante vivo pero vamos cómodos y disfrutando.
Las lluvias de los días anteriores ha hecho que haya zonas con barro y agua en las que hay que ir con cuidado. Poco antes de llegar a las primeras rampas de Opakua se produce una caída de dos corredores que hace que quedemos cortados del grupo cabecero, a los pocos kilómetros volvemos a enlazar con el grupo de cabeza y subimos Opakua en ese grupo.
Desde este punto Alex y yo ya vamos a lo nuestro, que no era otra cosa que llegar a meta antes de las 22 horas establecidas por la organización. En la bajada de Opakua pasamos mucho frío ya que la temperatura ronda los 3 ºC.
Rodamos unos cuantos kilómetros juntos hasta que nos unimos a un grupo con el que llegamos hasta el avituallamiento en el kilómetro 100. A pocos kilómetros de llegar a ese avituallamiento en una bajada muy rápida con terreno muy roto meto la rueda en una rodera y estoy a punto de ir al suelo, afortunadamente no fue así de lo contrario la caída hubiese sido dura.
Paramos a reponer fuerzas en el avituallamiento y volvemos a arrancar lo más rápido posible para no quedarnos fríos.
La prueba esta siendo dura por el duro recorrido, hay zonas que por el estado del terreno hace que cueste mucho mover la bici. También nos encontramos una zona donde hay que subir con la bici de la mano.
Vamos disfrutando del bonito recorrido aunque lógicamente también se va notando la dureza del recorrido en las piernas. A los pocos kilómetros de pasar Los Arcos ya se ve que en breve va a empezar a amanecer.
Al salir del avituallamiento nos juntamos con otros 4 corredores vamos durante muchos kilómetros a bastante velocidad, pero la verdad es que vamos disfrutando y llevando una charla amena.
Cuando llegamos a la subida del parque eólico ya cada uno va a lo suyo, Alex y yo a lo nuestro. Esta subida se hace dura por el desnivel además de que el terreno tiene mucha piedra que hace que no tengas mucha tracción. En esta subida meto la rueda en una rodera y me caigo, me levanto rápidamente ya que la caída ha sido sin consecuencias. Seguimos pedaleando con mucho frío, estamos deseando que salga un poco el sol para entrar en calor.
Los últimos 100 kilómetros vamos apretando cuando podemos y guardando cuando había que guardar.
Los últimos 80 kilómetros son también muy duros con continuos repechos.
Alex y yo paramos un par de veces unos minutos a reponer fuerzas para continuar ya con alegría hasta meta. La verdad es que los últimos kilómetros fuimos mucho rato en silencio pero ya nos conocemos y con un gesto del uno o del otro, inmediatamente sabemos lo que quiere el otro.
Van pasando los kilómetros y el sol va pudiendo con la niebla y hace que ya sea un día agradable para pedalear.
A medida que pasan las horas me voy encontrando cada vez mejor y voy disfrutando mucho de la prueba.
Llegamos a Vitoria entre aplausos del publico allí presente, una gran alegría nos invade hemos conseguido el objetivo de llegar dentro del limite de tiempo que la organización ha establecido.
Alex y yo hemos tardado en hacer la prueba 14 horas 44 minutos y 17 segundos.
He hecho muchas pruebas Non Stop con lo cual he pedaleado muchísimas noches casi siempre en solitario con lo cual hacer un tipo de prueba de estas con un amigo siempre es un placer. Mientras pueda seguiré haciendo muchas pruebas de estas, el pedalear de noche y ver amanecer encima de la bici es una cosa que me cautiva.
Para el año que viene que ya conocemos la prueba volveremos para tratar de bajar el tiempo que hemos hecho este año.
En resumen aunque ha habido ratos de sufrir he disfrutado mucho de la prueba a pesar de los problemas que me da la prótesis.